SE HA SELECCIONADO PARA ESTE TRIMESTRE DOS

INVOCACIONES DE LA ENSEÑANZA BUDISTA

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

INVOCACIÓN A LAS BENDICIONES

El reconocimiento de nuestra buena fortuna y oportunidad.

 

 En la  infinita variedad de los estados de la existencia, tuve el raro privilegio de haber nacido como un ser humano.

 

 Son muchos los que no pueden hablar u oír; los que no pueden leer, razonar o evaluar, mientras yo he nacido con todas las facultades intactas.

 

 Son muchos los que viven en zonas conflictivas, privados de seguridad, mientras yo he nacido en una tierra tranquila.

 

 Son muchos los que combaten sin cesar y están acuciados por el hambre y la necesidad, mientras que yo poseo bienes que sustentan mi cuerpo y le brindan tiempo para descansar.

 

 Son muchos los que no son dueños de sus cuerpos ni de sus mentes, mientras yo gozo de ambas libertades.

 

 Son muchos los que habitan en regiones donde no brilla la  Doctrina o donde su mensaje no llega para aventar las falsas creencias, mientras que yo he oído y entendido la  Ley.

 

 Mi condición humana es verdaderamente preciosa y son inmensurables las bendiciones que disfruto. Aquí y ahora, delante del Buda, reconozco mi buena fortuna y resuelvo aprovechar esta rarísima oportunidad, para mi propio beneficio y el de los demás.

 

 

INVOCACIÓN A LA MUERTE

La comprensión de la impermanencia

 

 Estoy aquí sentado frente al Buda, y pienso que Él y todos los que lo conocieron están ahora muertos. Desde su desaparición, innumerables seres llegaron, usaron su tiempo y se fueron. Sólo recordamos los nombres y los actos de unos pocos. Son muchos dolores y deleites, victorias y derrotas son hoy –como ellos- meras sombras. Y así será con todos los que conozco.  El tiempo convertirá en fantasma todas las preocupaciones que me ahogan, todas las incertidumbres que me acosan y todos los placeres que persigo.  Por lo tanto, contemplaré la realidad de mi propia muerte para poder entender lo que es verdaderamente valioso en la vida.

 

 Porque mi muerte puede llegar pronto, pagaré todas mis deudas, perdonaré todas las injurias y no tendré diferencias con nadie.

 

 Porque mi muerte puede llegar pronto, no malgastaré mi tiempo repasando viejos errores, sino que utilizaré cada día como si fuese el último.

 

 Porque mi muerte puede llegar pronto, prefiero purificar mi mente antes que acicalar mi cuerpo.

 

 Porque mi muerte puede llegar pronto y separarme de los que quiero, desarrollaré el desapego y la compasión antes que la posesividad y el interés.

 

 Porque mi muerte puede llegar pronto, usaré cada día integralmente, sin desperdiciarlos en objetivos infructuosos o en anhelos vanos.

 

 Ojalá que esté preparado cuando llegue la muerte.

 Ojalá que no tenga temor cuando se desvanezca la vida.

 Ojalá que mi desapego me permita liberar el corazón.